publicado el 1.2.07

Tijuana, Baja California > el movimiento que cruza el muro

En Tijuana, la frontera "mala" de este país o al menos así se dice. Pues la verdad nos encontramos en un ambiente tenso, ciertamente: los policias andan por la calle ni que fueran pandilla callejera, haciendo lo que se les antoja, levantando gente y "mordiendo" a quienes se les venga en gana; el ejercito parece controlar parte de la ciudad, pero más de un retén no vimos; escuchamos de asesinados. Sin embargo andando por estas calles, la sensación es mucho más placentera que en Cd. Juarez. Quizás sólo una impresión.
Encontramos la Otra Tijuana, una experiencia colectiva que reune decenas de organizaciones y que, después del discurso de la Comisión Sexta el 20 de octubre pasado, anda muy activa. Una renunión con la agenda llena. Primera cita el campamento cucupá, lanzado por la Otra Campaña: una comunidad indígena, en la orilla del Mar de Cortés, que ha sido y es reprimido en su actividad principal (la pesca) y en su tierra. La cita por el campamento es desde finales de febrero hasta mitad de abril: ¡a defender los pescadores cucupá!
Acerca de las actividades de la Otra Tijuana nos habla Jaime Cota, miembro de CITTAC [audio].
Ademèas de la Otra Tijuana, en esta ciudad suele reunirse la Otra del Otro Lado, encuentro binacional pero pluricultural que reune no sólo los de Baja California sino también los zapatistas del otro lado, desde San Diego hasta Los Angeles. Una experiencia única en esta gran Otra Campaña. De esta realidad hablaremos en los próximos días.

El 3 de octubre de 1999, cuando aún existía el Frente Zapatista de Liberación Nacional, un compañero de ellos, Cosme Damian, fue levantado por la policia. Apareció el día siguiente ahorcado en una celda. Nadie pagó por ese crímen, pero todos lo recordamos. En la Otra Tijuana hay un colectivo que lleva su nombre, Colectivo Cosme Damian, del cual Carmen Valadez nos habla [audio].

Aquí también está presente la industria maquiladora. Está presente de forma distinta a como lo está en Cd. Juarez: el impacto urbanistíco, en los servicios, pero sobre todo en la calidad de vida de las personas es diferentes, mucho menos impactante. Aquí la maquila no manda, pero sí está presente como alternativa de trabajo. Y como en Juarez es lugar de explotación y de muerte, sobre todo para la mujer.
Jaime Cota del Centro de Información para Trabajadores y Trabajadoras (CITTAC) nos habla de las actividades de la organización en favor de los y las trabajadoras de la maquila [audio]. Carmen Valadez, de Colectiva Feminista, hace particular énfasis sobre el rol de la mujer en el mundo de la maquiladora [audio].
Véase Las Voces de la Maquila.

Por último el muro que en realidades lo primero que impacta de esta ciudad. Siempre fijo, allá lejos, en el horizonte norte de esta sobrepoblada ciudad. Un límite fisico que arriesga de volverse límite mental. La imágen fija de un mundo cortado, de la proibición a vivir libremente en las tierra que nos pertenecen, en las cuales nacimos y vivimos. De este lado, las cientos de casas, irregulares, calles de lodo y tierra, pobreza y miseria. Luego un muro de metal, viejo y oxidado. Luego Otro muro, alto, fortificado, nuevo acompañado por palos con reflectores y cámaras de video. En fin otro muro más chiquito. Atrás de todo esto, unos kilometros de tierra árida que nos separa de San Diego y el sueño américano. De este lado las 4,000 cruces que nos recuerdan los muertos, los demasiados que perdieron la vida en cruzar esta maldita frontera. Los muertos están de este lado, la verguenza está pocos metros más allá de la primera valla, custodiada en los automóviles de la Patrulla Fronteriza, que sigue vigilando y reprimiendo el deseo de vida de miles cada año.
[algunas fotos]